Todos tenemos una «persona favorita». Alguien con el/la que nos gustaría pasar cada día, cada minuto. Vivir experiencias, compartir momentos, cumplir sueños. Alguien que hace girar nuestro mundo y sobre el/la que todo gira.

A veces nos centramos tanto en esa «otra persona», que nos olvidamos de que nuestra persona favorita debemos ser nosotros mismos.

Esa persona que vemos cada mañana al mirarnos al espejo es nuestro mejor amig@. Quien estará siempre ahí hasta el final de nuestros días. La persona que mejor nos conoce, o al menos la que mejor debería conocernos.

¿Por qué la descuidamos tanto?

Vivimos preocupados por lo que pensarán los demás, y nos olvidamos de lo que pensamos nosotros mismos. Si nosotros no nos queremos ni nos valoramos, ¿cómo lo van a hacer los demás?

Os proponemos un sencillo ejercicio que estamos seguros de que además de alegrar vuestro día, se convertirá en un hábito muy saludable:

cuando os levantéis y os miréis al espejo (no vale la excusa de «no tengo tiempo de mirarme al espejo»): decíos algo bonito! No esperéis a que vuestro compañero/a, o pareja os lo diga. Como refuerzo sería estupendo que alguien os lo dijese también, pero no tenéis porque esperar a eso: hacedlo vosotr@s mism@s!

Sabemos que habrá días que no os levantaréis con la mejor de las caras, podéis tener ojeras, un grano enfadado (o varios), marcas, alguna arruga nueva… ¿Y qué? Si eso te preocupa, hazlo antes de ponerte las gafas o lentillas si las usas jajajaja

Sólo es apariencia: lo importante es lo que tienes dentro. Sé que es un tópico lo de «la belleza está en el interior», pero seguro que conocéis a personas tan hermosas por dentro que lo último en lo que os fijáis es en su aspecto. ¿Por qué os exigís tanto a vosotr@s en este sentido?

Hace tiempo publiqué en Instagram una foto con este mensaje: «La belleza imperfecta es la más perfecta de las bellezas, y comienza cuando decides ser tú mism@». Fue una frase que en un momento le dije a un amigo que creía que valía mucho, pero que vivía tan preocupado por aparentar ser quien no era para agradar a otra persona, que se había olvidado de su esencia. Es cierto que no era perfecto: ni era el más alto, ni el más guapo, ni el más rico, y que se había equivocado… ¿Y qué? Precisamente por todo eso y más, era especial. Estoy segura de que cuando se atreva a ser él mismo, conseguirá la FELICIDAD y el ÉXITO que busca.

Durante mucho tiempo, me esforcé en ser tan perfecta como los demás querían. Es cierto que eso me recompensó con muchos reconocimientos a nivel personal y profesional, pero no con la felicidad. Al menos no por lo que entiendo ahora que es la FELICIDAD.

Todos tenemos un momento en nuestra vida que nos ayuda a hacer «click» y cambiar nuestro chip. Ese momento en el que nos damos cuenta de lo que realmente importa.

Si nuestra «persona favorita» es feliz, todas las piezas de nuestro al rededor encajarán. Sabemos que hay factores externos, que pueden empañar nuestro día a día, pero «el problema no es el problema, sino la actitud con la que afrontas ese problema». Con una actitud positiva, tu visión del mundo cambiará, y con ella también las circunstancias que lo rodean.

Volvamos a ser niñ@s! A no ponernos barreras. Volvamos a creer que podemos conseguir todo lo que nos propongamos. A querernos a nosotros mismos. A valorar lo que somos y lo que tenemos. Cuida a tu PERSONA FAVORITA : será tu gran apoyo y tu más fiel compañer@ de viaje en esta y mil vidas más!

Y para empezar el día con una dosis de actitud positiva, compartimos este video que seguro que os sacará un sonrisa 😀

 

 

 

 

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