Además de la cariñosa acogida que recibo siempre en la Mariña Lucense, es todo un lujo poder disfrutar de espectaculares rutas como la que os comparto hoy, en el “pueblo del silencio”,Mondoñedo. Un lugar en el que se para el tiempo, que invita a la reflexión. Un pueblo lleno de historia y con un especial encanto que me enamoró desde la primera visita. Destino muy recomendable para los amantes de lo sencillo, del placer de disfrutar de las pequeñas cosas.