Eso no quiere decir que en este tiempo, he estado parada. Aunque la verdad, he tenido mi tiempo muy consumido.
Las personas PAS nos centramos tanto en nuestros objetivos que nos olvidamos del resto. Porque funcionamos por estímulos.
Lo que no vemos, para nosotras no existe.
En mi mente, normalmente, las imágenes corren de un lado a otro.
Aparecen, desaparecen, vuelven a aparecer, se juntan y luego de repente se paran y aparece un gran silencio.
Puedo estar echada en el suelo, cerrar los ojos y dejar que las imágenes se liberen, como si fueran una película.
Parte de las imágenes que vienen a mi mente, son de los paisajes, flores y recuerdos que guardo.
Los colores en y la naturaleza.
La primavera es la estación de las flores.
¡Me encantan las flores! Lo sé, soy muy sensible. Qué le puedo hacer.
Mayo es el mes de las flores. Es un mes en el que me encanta salir a caminar.
El otoño.
La mayor parte de las flores silvestres han desaparecido.
Las hojas de los árboles que antes eran verdes, ahora tienen un tono marrón y rojizo.
Me gusta sentir el calor en la cara.
Hace un poco de aire frío.
Se nota la humedad, estos días ha llovido.
Mientras camino, me voy fijando en los colores del campo.
Los árboles están mudando las hojas, que ahora son de tonos marrones y rojizos.
As aldeas.
Nas casas, no campo ou nas aldeas acéndense as lareiras queimando a leña.
As chemineas fuman, agora cheira a fume. É un cheiro moi agradable, gustame moito.
Dáme a sensación de calor, da casa. Agora síntome moi cómodo. Podo escoitar os paxaros cantar, lonxe, preto, lonxe de novo…
Sinto…
A calor na cara, a sensación de humidade, os tons avermellados das follas, o cheiro a fume e o canto dos paxaros.
Os cans da casa, afeitos a verme pasar, achéganse aos valados para cotillear. Non me ladran, só miran. Ás veces miran ao lonxe e ladran. Cando miro vexo que alguén vén de verdade.
Para eles tamén formo parte da paisaxe. A herba ten un cor verde brillante. A luz ten un ton amarelado.
Neste momento o sol está máis baixo e a luz destaca máis as cores e as sombras son máis longas.
Desde as zonas altas, pódese ver como brilla o todo do campo.
É unha imaxe moi fermosa, coma un mar verde brillante, movese co vento, coma se estivese vivo.
Cae el sol.
Algo dentro de mí se inquieta. Me avisa de que es conveniente que me dé prisa.
Sigo caminando… el sol cae, hay zonas en sombra y empiezo a sentir el frío y la humedad.
Mi intuición una vez más, me dice que es hora de volver.
Camina siempre.
Camina siempre acompañada de personas que te quieran bien.
En el fondo la vida es muy sencilla, evita en lo posible complicarte.
Espero que este relato breve te haya gustado tanto, como a mí escribirlo.
Me agacho al suelo y toco las hojas con las manos.
Son rugosas y tienen pequeños bultitos. Son preciosas, todas ellas son perfectas, todas diferentes.
Me parece fantástico el abanico de colores que tienen. Como pasan del verde, amarillo, blanco, naranja marrón y rojo.
Miro el paisaje como si fuera la primera vez que lo veo.
Siento calor en la cara.
Cierro los ojos y levanto la cabeza, para poder oler el aire.
Inspiro fuerte. Meto todo el aire que puedo en mis pulmones. Siento como el pecho se me hace grande.
Siento como se hincha y como yo me hago grande, acostumbrada a sentirme pequeñita, ahora me siento grande y fuerte.
El aire es fresco.
La imagen.
Intento guardar la imagen de lo que me rodea en mi memoria. Quiero guardar este momento, congelarlo.
La hierba tiene un color verde.
El viento se posa sobre la hierba y la acaricia, suavemente. Escucho el ruido que hace, es como un susurro.
El viento.
Ondula la hierba, haciendo formas en movimiento…
La hierba, se parece a una bandada de golondrinas, haciendo formas mágicas, moviéndose.
Ondulando, dando vueltas y volviendo al mismo sitio, una y otra vez. Acompañado todo este movimiento de un susurro.
Inspiro.
Vuelvo a hacer una inspiración profunda y me agacho al suelo, poniéndome de cuclillas, con las palmas de las manos hacia abajo.
Siento como la vibración de los hilos de hierba, hace cosquillas en la palma de mi mano… Me encanta, es una sensación muy agradable que me hace sonreír…
Me siento como una niña pequeña, divirtiéndose, con sus travesuras y fantasías….
Siento como esa vibración sube desde la palma de mis manos, pasa por la yemas de los dedos y recorre toda la palma, acariciándola suavemente hasta llegar a las muñecas y sube por el antebrazo.
Sentir.
Sentirme viva.
Cierro los ojos, con la intención de que mis sentidos se hagan más sensibles.
Quiero grabar este momento, quiero recordarlo.
Este será mi recuerdo y lo guardaré en mi jardín secreto.
Donde guardo mis fantasías que me ayudan a vivir. Mis recuerdos.
Siento como el aire acaricia mi mano, mientras acaricia los hilos de la hierba.
Siento el sol en la cara, que poco a poco se me va calentando y me pica un poquito.
Tengo los ojos cerrados, así me puedo concentrar un poco más en todo lo que me rodea.
Extiendo la otra mano, hacia el suelo, hacia la tierra en la que están las raíces. Después de un rato, siento la corteza del tronco de un árbol, sobre la palma de mis manos.
Espero que este relato breve te haya gustado tanto, como a mí escribirlo.
Una de las claves, es preguntarles cómo se sienten con la experiencia vivida. Así poco a poco podrán aprender a organizar sus emociones y a darles un sitio adecuado.
Entre personas con una misma inteligencia intelectual, la inteligencia emocional puede ser un rasgo diferenciador.
Currículo emocional.
Nuestro currículo emocional nos diferencia y nos hace únicos como candidatos en las empresas.
La atención y poder centrarnos nos ayuda a resolver problemas y encontrar soluciones.
Daniel Golemam también nos habla de la importancia de la compasión y del desarrollo de la empatía.