por La Escuela de Emprendedores | Oct 24, 2015
Continuamos con el tema de nuestro último post (ver artículo relacionado), hablando de una de las fórmulas para descubrir el talento.
Por una parte, como ya hemos comentado, el talento tiene un componente innato, pero a este factor podemos añadirle otros muy importantes como el compromiso, el componente actitudinal: ¿qué es lo que hago yo para desarrollar esa capacidad que me ha sido dada desde que nací?. Un tercer componente, también muy importante es el contexto: de nada sirve tener una capacidad innata y entrenarla mucho, si estás en el contexto inadecuado.
Por ejemplo, un jugador de élite como Cristiano Ronaldo, del que no cabe duda que su talento innato es innegable, vive por y para el deporte, entrena muy duro a diario, pero imaginemos que en lugar de ocupar la posición que ocupa en el Real Madrid, fuese portero de cualquier otro equipo; lógicamente su talento no podría desarrollarse. Es necesario estar en el contexto adecuado para que esa capacidad y ese entrenamiento se pueda desarrollar.
Si sabes en qué eres bueno, ¿estás en el contexto adecuado? Si estás en el contexto adecuado, la fórmula es muy sencilla; lo único que te queda es dedicarte 100% a aquel factor del talento que depende exclusivamente de ti , que es el COMPROMISO, pero si no estás en el contexto adecuado, ¿qué te lleva a no cambiar?, ¿porqué continuas en un lugar en el que tu talento jamás va a poder desarrollarse?
Queremos animarte a que compartas con nosotros estas cuestiones, y si aún no sabes la respuesta, desde La Escuela de Emprendedores te ayudamos a averiguarla.
Te invitamos a pensar en alguien que ha sido muy importante para ti, alguien que te ha ayudado a dar un salto de calidad en tu vida personal o profesional. Posiblemente, si tuvieses que agradecerle algo, lo que más le agradecerías es que te dio CONFIANZA, es que apostó por ti, te dio una oportunidad. La confianza es el elemento indispensable para que el talento pueda desarrollarse , es el motor del talento.
Una de las grandes dificultades que los líderes tienen cuando gestionan equipos, es conseguir que las personas se comprometan, cómo conseguir que se vinculen fuertemente a los proyectos, y en ello tienen mucho que ver el TALENTO y la CONFIANZA.
Sobre el compromiso no podemos incidir directamente , sino que es una consecuencia natural de otras acciones de los líderes.
¿Dónde es necesario poner el foco para que nuestro equipo realmente se comprometa? Nadie se compromete si no confía: la confianza es la puerta de entrada al compromiso.
¿Cómo podemos generar ese clima de confianza para que la gente consiga comprometerse?
El líder debe tener tres claves fundamentales para conseguirlo:
- Ser coherente: que no exista diferencia entre lo que dice y lo que hace;
- Ser predecible: comportarse siguiendo la misma línea siempre;
- Tener capacidad: aptitudes para resolver problemas.
A nivel individual, ¿Por qué me comprometo con las cosas? por que confío en mi, ¿por qué confío en mi? porque tengo capacidad, porque soy coherente y porque soy predecible en las cosas que hago. Esta es una cadena de valor fundamental en el desarrollo profesional y en el desarrollo de un equipo.
Y tú, ¿sigues esta cadena de valor para generar confianza en tu equipo?
por La Escuela de Emprendedores | Sep 22, 2015
Retomando las palabras de Antoine de Saint-Exupéry en la novela El principito:
«Si quieres construir un barco, no empieces a cortar madera y a distribuir el trabajo, empieza más bien evocando en los hombres y en las mujeres el anhelo de un mar libre e infinito.»
Un buen líder, debe crear una visión colectiva inspiradora.
Esa inspiración frente a aportar sentido a lo que luego van a hacer, es la fuente real de motivación para abordar proyectos a largo plazo.
Esa visión genera retos inspiradores. El líder no apuesta por lo que las personas son, sino por lo que pueden llegar a ser.
Debe hacer imaginar a su equipo esos escenarios futuros hacia donde quiere llegar. Esa visión es como el infinito que posiblemente sea inalcanzable, pero siempre les incitará a caminar para ir mejorando.
La visión es ese largo plazo, es ese camino que el líder quiere que su equipo recorra. La primera función de cualquier líder, es crear esa visión, fomentar esa inspiración porque este tipo de cosas van a llegar. Es necesario mantener esta motivación en el equipo, sobre todo cuando los momentos son complejos, cuando las cosas no salen como se esperaba.
El líder tiene que ser visionario, tiene que ser mucho más estratégico que su propio equipo de trabajo.
Aunque como dicen algunos entrenadores, que en realidad son también líderes de sus equipos, vayamos «partido a partido», un buen líder siempre tiene que tener clara esa visión hacia donde quiere llegar y generar visiones colectivas estimulantes.
Otra de las claves para ser un buen líder, es conseguir la adhesión de las personas que forman su equipo, y para ello es necesario romper con viejos paradigmas en torno a la figura del líder.
¿Cómo generamos adhesión?
El principal error es decirle a los miembros de nuestro equipo cómo deben de hacer las cosas. El reto de los líderes debe ser generar contextos creativos y estimulantes, donde las personas que forman su equipo puedan retarse, puedan probar, puedan hacer. Solamente cuando se enfrenten a la acción serán capaces de demostrarse a sí mismos que son capaces de hacerlo. La clave está en crear proyectos: ahí es donde realmente está la motivación, en darle la posibilidad a nuestro equipo, a cada uno de sus integrantes, de participar en un proyecto que les lleve mucho más allá.
Solamente cuando somos capaces de descubrir por nosotros mismos las cosas, es cuando podemos comprometernos.
La adhesión de las personas que forman nuestro equipo implica compromiso, y el compromiso requiere que cada uno de los miembros asuma la responsabilidad de enfrentarse a aquellas situaciones de aprendizaje que les generan miedo. Tener miedo es una muy buena señal de que lo que están haciendo es importante, de que están trabajando en un contexto estimulante que como líderes hemos diseñado para ellos.
¿Te consideras un buen líder? , si no es así, ¿te gustaría llegar a serlo?
En próximos post seguiremos compartiendo con vosotros las claves para ser un buen líder, te invitamos a que nos comentes tus opiniones sobre ellas.
por La Escuela de Emprendedores | Ago 4, 2015
Cuando nos hacen propuestas más o menos interesantes, a menudo nos cuesta decir que no , y optamos por la opción más fácil: poner una excusa, o peor aún: decir que sí, porque no nos atrevemos a la negación, pero pensando ya en esa excusa que nos librará del compromiso adquirido.
Pero, ¿por qué hacemos esto?, ¿Acaso a nosotros nos gusta que nos digan que sí y después siempre surja el famoso «pollo al horno», justo para el momento concreto del compromiso?
Con las excusas no estamos engañando sólo a los demás, sino que nos engañamos a nosotros mismos y visto así, sí que parece más grave, ¿no creéis?
Las excusas nos frenan, nos impiden avanzar en nuestro camino, quizás intentando esconder nuestros miedos, nuestra falta de valentía, o quizás por el miedo a un futuro que tememos construir. Y es ahí cuando debemos pararnos a reflexionar, a indagar en los porqués, a enfrentarnos a todo aquello que nos está impidiendo fluir. Es como ir en el coche con el freno de mano puesto, ¿habéis probado alguna vez lo difícil que es avanzar así, o incluso arrancar la marcha?. La palanca de freno es » la excusa» que impide avanzar a nuestro coche, ¿cuál es la que nos impide avanzar a nosotros?
Sabemos que es difícil hacerse estas preguntas, y más aún encontrar las respuestas. La buena noticia es que no estás solo! Podemos acompañarte en este camino, mediante un proceso de coaching podrás descubrir los miedos que te están frenando, todo aquello que te impide ser tú mismo, que te impide brillar, y trabajar sobre ellos para alcanzar tu mejor versión.
Ante esto, podrás ponerte una excusa: «es que si realmente hiciese lo que quiero hacer, los demás, o mi jefe, mi familia harían….» Y nosotros te preguntamos: ¿estás seguro?, ¿has probado alguna vez?, ¿te has dado la oportunidad?. Si la respuesta a alguna de estas preguntas es «NO», entonces lamentamos decirte que eres tú el que te estás impidiendo cambiar, y con ello avanzar. Lo positivo es que está en tus manos tomar la decisión, porque «si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás los mismos resultados». Atrévete a vivir!, ¿qué es lo peor que puede pasar si lo haces?, ¿realmente es tan grave?.
En otras ocasiones, quedamos aliviados al dar una excusa: «yo creo que coló, se lo ha tragado…» y volvemos a lo que comentábamos antes: ¿qué te parecería si eres tú el que propones algo a esa persona y en lugar de un «no» o un «sí», recibes ese pretexto?. Ponernos en el lugar del otro, nos ayuda a ver la realidad con unas gafas diferentes. A esa persona puede importarle o no tu respuesta, sea cuál sea esta, pero ¿y a ti?, ¿te sientes bien no siendo sincero contigo mismo?
Otra realidad es posible, y desde La Escuela de Emprendedores, estaríamos encantados de ayudarte a emprender este cambio, y acompañarte en tu camino, ¿Aceptas el reto?
por La Escuela de Emprendedores | Oct 23, 2014
Nos gustaría compartir con vosotros la última entrevista que nos han hecho para la revista BuenaVida ( El País).
Estamos de acuerdo con el Dr. Mario Alonso Puig y el Coach Sergio Fernández, en que las actitudes comunes en la mente del emprendedor son la productividad, el compromiso, la motivación, la capacidad de sacrificio y la ilusión por tu proyecto.
Muchas veces nos han preguntado si todos podemos ser emprendedores, o si un emprendedor «nace», o «se hace», y la respuesta en este tema tiene bastantes matices. Como el Dr. Puig, opinamos que el cerebro es un órgano plástico y que es posible aprenderlo todo, incluyendo las actitudes y aptitudes para sacar adelante un proyecto propio, pero como él advierte «esta capacidad no significa que podamos convertirnos en lo que queramos, sino en la mejor versión de lo que ya somos». Para que un emprendedor tenga éxito, no sólo debe tener las aptitudes para sacar adelante su idea de negocio, bien sean innatas o aprendidas, sino que también tiene que saber bailar con la incertidumbre, ya que esta será su compañera de viaje, al menos en las etapas iniciales, y esto es más difícil de aprender o al menos no todos consiguen aprenderlo.
Os invitamos a leer el artículo completo y enviarnos vuestras opiniones y comentarios, pinchando aquí o en la imagen:

Fuente: BuenaVida (El País)
por La Escuela de Emprendedores | Oct 6, 2014
La palabra “compromiso”, genera muchos miedos, miedo a dar más de lo que podamos recibir, miedo a no cumplir las expectativas, miedo a equivocarnos…
Sin embargo, para otros el compromiso es un reto, una motivación adicional para dar el 100%, para aprender de cada momento, para superarse.
Un emprendedor no debe ver el compromiso con miedos, sino como una de las bases principales del éxito de su proyecto. Sin compromiso con su idea y consigo mismo, no conseguirá los resultados esperados.
Tener un compromiso 100% no significa aceptar todos los trabajo que puedan surgir, por el simple hecho de que queramos coleccionar clientes, sobre todo al principio, sino ser honestos con nosotros mismos y con el cliente y aceptar sólo aquellos que podamos ofrecer de forma satisfactoria y en los plazos previstos.
El tema “plazos”, es un tema especialmente sensible: algunos emprendedores, aficionados a decir “sí” a cualquier encargo sin analizar previamente si pueden hacerle frente, no hacen un análisis inicial de plazos de ejecución y , o bien aceptan los plazos marcados por el cliente, que en muchos casos no conoce realmente las tareas a realizar ni el tiempo que es necesario para ejecutarlas, o bien establecen ellos mismos unos plazos muy ajustados, y ante la imposibilidad de cumplirlos, en lugar de reconocer su error, intentan distraer con excusas varias al cliente, o en algunos casos más extremos, intentar culpar al propio cliente de la situación.
El problema viene cuando el cliente, con el que se genera un clima de desconfianza desde que se incumple el primero de los plazos o el primero de los acuerdos ya no cree las sucesivas excusas. En este caso, además de perder un cliente, conseguiremos la peor de las publicidades, y esto puede ser un ataque al corazón de nuestro negocio.
¿Estás dispuesto a correr el riesgo?
Es imprescindible conocer los recursos con los que contamos a la hora de aceptar un proyecto, y una vez hayamos hecho este análisis inicial, debe ir acompañado de un compromiso total con aquello que hayamos acordado con nuestro cliente. Si presupuestamos hacer un trabajo , desglosando lo que incluye ( punto muy importante este desglose) , no podemos decirle al cliente cuando ya cuenta con nosotros, y mucho menos cuando el plazo ya se ha agotado o está a punto de hacerlo, que no lo vamos a hacer, porque “no contábamos con que nos fuese a llevar tanto tiempo”, o “es más complicado que el resto de proyectos ejecutados”, o argumentar cualquier excusa para ampliar el plazo de entrega.
Permitidnos puntualizar: realmente sí que podemos hacerlo, pero tendremos que aceptar las posibles consecuencias de impagos por incumplimiento de contrato, mala publicidad, y una alimentación negativa de nuestra reputación.
Cuando nos contratan un servicio o nos compran uno de nuestros productos, nuestro compromiso tiene que ser del 100% con nuestro cliente. Si no hemos hecho ese análisis inicial del que venimos hablando, y necesitamos más tiempo y dedicación de la que habíamos previsto, es necesario ser responsables y poner todo de nuestra parte para cumplir con lo acordado; si ello implica invertir más horas de las previstas o algún esfuerzo adicional, nos servirá de aprendizaje para el futuro. Si el plazo es inasumible a pesar de nuestro esfuerzo, recomendamos siempre hablar con el cliente y explicarle la situación.
Con compromiso, todo es posible.
¿Qué pensáis de este tema? ¿ Estáis comprometidos con vuestro proyecto?